Centro SYZ

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Indice del artículo
El Dhammapada
Cap�tulo 2: La Atenci�n
Cap�tulo 3: La mente
Cap�tulo 4: Flores
Cap�tulo 5: Necios
Cap�tulo 6: El sabio
Cap�tulo 7: El honesto
Cap�tulo 8: Miles
Cap�tulo 9: El Mal
Cap�tulo 10: Castigo
Cap�tulo 11: La Vejez
Cap�tulo 12: Autocontrol
Cap�tulo 13: El Mundo
Cap�tulo 14: El Buda
Cap�tulo 15: Felicidad
Cap�tulo 16: El Apego
Cap�tulo 17: La Ira
Cap�tulo 18: Impurezas
Cap�tulo 19: El Justo
Cap�tulo 20: El Camino
Cap�tulo 21: Miscel�nea
Cap�tulo 22: La Desgracia
Cap�tulo 23: El Elefante
Cap�tulo 24: Avidez
Cap�tulo 25: El monje
Cap�tulo 26: El Noble
Todas las páginas

Cap�tulo 10: Castigo

129. Todos tiemblan ante el castigo. Todos temen la muerte. Si comparamos a los otros con uno mismo, ni
mataremos ni provocaremos muerte .

130. Todos temen el castigo; todos aman la vida. Compar�ndose con los dem�s, uno no debe matar ni provocar la muerte.

131. Quienquiera que buscando su propia felicidad da�a a los que igual que �l la buscan, no la obtendr� despu�s de la muerte.

132. Quienquiera que busca su propia felicidad y no da�a a los que igual que �l la buscan, la hallar� despu�s de la muerte.

133. No habl�is agresivamente con nadie, porque los que atac�is podr�n replicaros de igual manera . Las discusiones crean dolor y podr�is recibir golpe por golpe.

134. Si permaneces en silencio, como un inservible gong, alcanzar�s el Nibbana; hallar�s la paz.

135. Igual que un vaquero con un palo conduce las vacas a la pradera, as� la vejez y la muerte conducen la vida de los seres a su conclusi�n.

136. Cuando un necio obra mal, por sus propios hechos este est�pido hombre estar� atormentando, como uno abrasado por el fuego.

137-138-139-140. Aquel que hiere con sus armas a los que son inocentes e inofensivos, pronto se precipitar� en uno de estos estados: mucho dolor, heridas corporales o grave enfermedad, p�rdida de la mente u opresi�n por un monarca, o graves acusaciones, o p�rdida de familiares, o ruina, o un incendio que incluso arrase su hogar. Y tras la disoluci�n del cuerpo nacer� en el infierno.

141. No es ir desnudo, ni tener el cabello enmara�ado, ni permanecer sucio o ayunar, ni yacer en el suelo, ni embadurnarse el cuerpo con cenizas, ni caminar sin ponerse erguido, lo que puede purificar al mortal
que no se ha liberado de sus dudas.

142. Aunque vista correctamente, si vive en paz, sometidas las pasiones y controlados los sentidos, es puro y a nadie hiere, �l es un Brahman, un asceta, un monje.

143. Es dif�cil hallar en este mundo alguien que, refrenado por la modestia, evite todo reproche, como el corcel evita el l�tigo.

144. Esforzaos y sed rigurosos, como lo es el corcel cuando siente el l�tigo. Por la confianza, la virtud, el esfuerzo, la concentraci�n, la investigaci�n de la Verdad, el recto conocimiento y conducta, la atenci�n
mental, superar�is el gran sufrimiento.

145. Los que riegan, canalizan las aguas. Los fabricantes de flechas, las enderezan. Los carpinteros trabajan la madera. Los virtuosos se autocontrolan.



Última actualización el Sábado, 02 de Noviembre de 2013 01:44  

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"Argumentar implica el deseo de ganar, fortalece el ego�smo, y nos ata a la creencia de la idea de �un yo, un ser, un ser vivo, y una persona�...� - Hui Neng