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S�, s�, ya s�. (relato N� 29 correspondiente a la serie de ensayos "Lo Absoluto y lo Relativo" de la Maestra Yin Zhi Shakya)

�S�, s�, ya s�!

73 - Cuando la Sabidur�a llega, la primera lecci�n es "No hay tal cosa llamada Sabidur�a, s�lo hay un discernimiento o un vislumbrar revelador (un aper�u o percepci�n) de la Deidad Infinita. P�g. 135 de Los Aforismos y Pensamientos de La Madre - Mirra Alfassa (1878-1973)

Cuando era chica, en mi clase de tercer grado, en el libro de lectura que us�bamos en la escuela, hab�a una lecci�n titulada "S�, s�, ya s�", en la que se contaba sobre una ni�a que estaba tomando clases de piano y que cada vez que su maestra le ense�aba como colocar los dedos en las teclas, y el nombre y la situaci�n de cada nota, ella respond�a - �S�, s�, ya s�! Como podemos imaginar, nunca aprendi� nada. Aunque dec�a que todo lo sab�a en realidad no sab�a nada. Esa actitud es muy conocida en todas las situaciones, incluso en las religiones y a trav�s de mi experiencia en particular en el Budismo. El "�S�, s�, ya s�!" se me ha repetido una y otra vez cuando trato de ense�ar o aclarar algo. �Ese es el ego que no quiere dejarnos aprender para salir de 'su' ignorancia.

Aqu� les he traducido una peque�a historia que se le atribuye al Buda Shakyamuni, sacada de 'El Evangelio de Buda - Su Vida y Ense�anzas' - Editado en ingles por Paul�Carus - (1894), y que nos expone el ejemplo de un estudiante que se las cre�a saber todas, pero realmente era su apego al 'yo' o ego �l que no lo dejaba 'ver' un poco m�s all�. Podemos percibir eso cuando le dijo al Bendito - Todo lo que me interesa es la continuaci�n del 'yo' en el otro sentido, el cual hace de cada hombre, ya sea id�ntico a m� o no, una persona diferente en su totalidad. - Y el Bendito le respondi� - Muy bien, eso es lo que deseas y eso es lo que te ata al 'yo'. Ese es tu error. Todas las cosas compuestas son transitorias: ellas crecen y se deterioran. Todas las cosas compuestas est�n sujetas al dolor: ellas estar�n separadas de eso que aman y unidas a lo que aborrecen. Todas las cosas compuestas carecen de un 'yo', de un atman y de un ego. Leamos:

La Identidad y la No-Identidad

"Habi�ndose acercado respetuosamente al Bendito, Kutadanta, el Gu�a de los Brahmanes en la Villa de Danamati, lo salud� y dijo - Se me ha dicho, Oh samana, que eres el Buda, el Santo, �l conocedor de todo, el Se�or del mundo. Pero si fueras el Buda, �no vendr�as como un rey en toda su gloria y poder?

El Bendito dijo - Tus ojos est�n encarcelados. Si el ojo de tu mente estuviera claro podr�as ver la gloria y el poder de la verdad.

Kutadanta dijo - Ens��ame la verdad y la ver�. Pero tu doctrina no tiene consistencia. Si fuera consistente, ser�a fija, pero como no lo es, pasar�.

El Bendito replic� - La verdad nunca morir�.

Kutadanta dijo - Se me ha dicho que eres el maestro de la ley, sin embargo destruyes la religi�n. Tus disc�pulos menosprecian los ritos y abandonan la inmolaci�n - porque la reverencia hacia los dioses s�lo puede ser demostrada a trav�s del sacrificio. La misma naturaleza de la religi�n consiste en adoraci�n y sacrificio.

El Buda dijo - Mucho m�s grande que la inmolaci�n de los bueyes es el sacrificio del yo. Aquel que ofrece a los dioses sus deseos diab�licos ver� lo inservible de la matanza de animales en el altar. La sangre no tiene poder limpiador, m�s bien la erradicaci�n de la lujuria es la que purificar� el coraz�n. Mucho mejor que idolatrar a los dioses es la obediencia a la ley de la rectitud.

Kutadanta, teniendo disposici�n religiosa y preocupado acerca de su destino despu�s de la muerte, hab�a sacrificado incontables victimas. Ahora hab�a visto el desatino de su expiaci�n a trav�s de la sangre. Sin embargo, todav�a insatisfecho con la ense�anza del Tathagata, continu� - Oh Master, tu crees, que los seres renacen; que migran en la evoluci�n de la vida; y que sujetos a la ley del karma debemos recoger lo que sembramos. �Sin embargo ense�as la no-existencia del alma! Tus disc�pulos definitivamente honran la extinci�n propia como la mayor bienaventuranza del Nirvana. Si fuera simplemente una combinaci�n de los sankharas [los karmas acumulados] mi existencia cesar�a cuando muriera. Si simplemente fuera un compuesto de sensaciones, ideas y deseos, �d�nde puedo ir cuando este cuerpo se disuelva?

El Bendito dijo - Oh Brahm�n, eres religioso e intensamente sincero. Est�s seriamente interesado en el alma. Sin embargo tu trabajo es en vano porque careces de una cosa que es muy necesaria. Hay renacimiento de car�cter, pero no hay trasmigraci�n del 'yo'. Tus formas de pensamientos reaparecen, pero no hay ninguna entidad eg�tica que se transfiera. El poema pronunciado por el maestro renace en el escolar que repite las palabras.

S�lo a trav�s de la ignorancia y el error del enga�o los hombres se complacen en el sue�o de que sus propias almas est�n separadas y son entidades existentes por s� mismas. Tu coraz�n, Oh Brahm�n, est� apegado al 'yo'; te preocupas acerca del cielo pero buscas los placeres del 'yo' en �l mismo, no pudiendo ver la bienaventuranza de la verdad y su inmortalidad.

Te digo a ti que - el Bendito no ha venido a ense�ar la muerte, sino la vida, y que no has discernido la naturaleza del vivir y morir. Este cuerpo se disolver� e innumerables sacrificios no lo salvar�. Por lo tanto, busca la vida que est� en la mente. Donde el 'yo' est�, la verdad no puede estar. Porque cuando la verdad llegue el 'yo' desaparecer�. Por lo tanto, deja que tu mente descanse en la verdad; propaga la verdad, pon toda tu voluntad en eso y deja que se propague. En la verdad vivir�s para siempre. El 'yo' es muerte y la verdad es vida. El apego al 'yo' es una muerte perpetua, mientras que movi�ndote en la verdad est�s participando en el Nirvana que es vida eterna.

Entonces Kutadanta dijo - Oh Venerable Maestro, �d�nde est� el Nirvana?

El Nirvana est� donde quiera que los Preceptos son obedecidos - replic� el Bendito.

- �Te estoy entendiendo correctamente? - replic� el Brahm�n - El nirvana no es un lugar y como no est� en parte alguna, no tiene realidad.

No me has entendido correctamente - dijo el Bendito. Ahora escucha y responde estas preguntas: �D�nde vive el viento?

- En ninguna parte - fue la respuesta.

Buda replic� - Entonces, se�or, no hay tal cosa llamada viento.

Kutadanta no respondi�; y entonces el Bendito le pregunt� otra vez - resp�ndeme, Oh Brahm�n, �d�nde habita la sabidur�a? �Es la Sabidur�a un lugar?

La Sabidur�a no tiene un lugar donde habitar - replic� Kutadanta.

Dijo el Bendito -- �Est�s diciendo que no hay sabidur�a, ni iluminaci�n, ni rectitud, ni salvaci�n porque el Nirvana no tiene lugar? As� como pasa el gran y poderoso viento sobre el mundo en el calor del d�a, as� el Tathagata llega a soplar sobre las mentes de la humanidad con el aliento de su amor, tan fresco, tan dulce, tan calmado y tan delicado; y aquellos atormentados por la fiebre mitigan su sufrimiento y se regocijan con la brisa fresca.

Kutadanta dijo - Oh Se�or, siento que est�s proclamando una gran doctrina, pero no puedo entenderla. Ten paciencia conmigo cuando te pregunto de nuevo: Dime Oh Se�or, si no hay atman (alma), �c�mo puede haber inmortalidad? La actividad de la mente pasa y nuestros pensamientos se van cuando terminamos de pensar.

El Buda replic� - Nuestro pensar se va pero nuestros pensamientos contin�an. El razonamiento cesa, pero el conocimiento permanece.

Dijo Kutadanta - �C�mo es eso? �No es lo mismo el razonamiento y el conocimiento?

El Bendito explic� la diferencia ilustr�ndola como sigue:

Es como cuando un hombre quiere enviar una carta durante la noche y despu�s de haber llamado a su secretario, enciende una l�mpara para escribir la carta. Entonces, cuando ha terminado, apaga la luz de la l�mpara. Pero aunque lo escrito ha sido finalizado y la l�mpara est� apagada, la carta todav�a est� ah�. As� que, cuando el razonamiento cesa, el conocimiento permanece; y en la misma forma, la actividad mental cesa, pero la experiencia, la sabidur�a y todos los frutos de nuestros actos perduran.

Kutadanta continu� - Dime, Oh Se�or, te imploro me digas, d�nde, si los sankharas est�n disueltos, est� la identidad del 'yo'. Si mis pensamientos se propagan, y mi alma migra, mis pensamientos cesan de ser mis pensamientos y mi alma cesa de ser mi alma. Il�strame, Oh Se�or, te ruego que me digas d�nde est� la identidad de mi 'yo'.

El Bendito dijo - Suponte que un hombre fuera a encender el pabilo de una l�mpara de aceite; �La flama ser�a la misma toda la noche?

Kutadanta titube�. Pens� - S�, es la misma llama... (Pero temiendo las complicaciones del significado escondido y tratando de ser exacto) corrigi� - No, no lo es.

Entonces, el Bendito continu� - Hay dos llamas, una en el primer pabilo, y la otra en el segundo.

No Se�or - dijo Kutadanta - En un sentido, no es la misma llama, pero en otro sentido es la misma. La llama quema la misma clase de aceite, emite la misma clase de luz, y sirve para el mismo prop�sito.

Muy bien - dijo el Buda, - �y llamar�as a esas llamas, la misma? La que se quem� ayer y que se est� quemando ahora, en la misma l�mpara, llena con el mismo aceite, e iluminando la misma habitaci�n.

- Ellas pueden haberse extinguido durante el d�a - sugiri� Kutadanta.

Dijo el Bendito - Suponte que la llama del primer pabilo ha sido extinguida durante el segundo pabilo, �la llamar�as la misma si la encendieras de nuevo en el tercer pabilo?

Replic� Kutadanta - En un sentido, es una llama diferente, y en otro no lo es.

El Tathagata le pregunt� de nuevo - �Tiene relaci�n el tiempo transcurrido durante la extinci�n de la llama con su identidad o su no-identidad? - No, Se�or - dijo el Brahm�n - no tiene nada que ver. Hay una diferencia y una identidad, ya sean si han transcurrido muchos a�os o solamente un segundo, y tambi�n si la l�mpara ha sido apagada a mediado del tiempo o no.

Bien, entonces estamos de acuerdo que la llama de hoy es en cierto sentido la misma de ayer y en otro sentido es diferente en cada momento. Adem�s, las llamas de la misma clase que iluminan con el mismo poder la misma clase de habitaci�n, son en cierto sentido la misma. - S�, Se�or - replic� Kutadanta.

El Bendito continu� - Ahora, suponte que hay un hombre que siente como t�, piensa como t� y act�a como t�, �no es ese hombre el mismo que t�? - No, Se�or - interrumpi� Kutadanta.

Dijo el Buda - �Niegas que la misma l�gica que te sostiene, sostiene todas las cosas del mundo?

Kutadanta evoc� y replic� lentamente - No, no lo niego. La misma l�gica sostiene universalmente a todo; pero hay una peculiaridad acerca de m� mismo la cual lo interpreta todo diferente de todo lo dem�s y tambi�n de los otros seres. Habr� otro hombre que sienta exactamente como yo, piense como yo y act�e como yo; y supongamos que tenga el mismo nombre y la misma clase de posesiones, pero �l no ser�a yo.

- Eso es verdad, Kutadanta - dijo el Buda - �l no ser�a t�. Ahora dime - �Es la persona que va a la escuela una y la que ha finalizado sus estudios otra? �Es uno �l que comete un crimen y otro al que castigan cort�ndole las manos y los pies?

- Son el mismo. - Fue la respuesta.

Entonces �es la igualdad constituida por la continuidad solamente? - Pregunt� el Tathagata.

- No solamente por la continuidad, - dijo Kutadanta - sino tambi�n, y principalmente, por la identidad de car�cter.

- Muy bien - concluy� el Buda - entonces, est�s de acuerdo que las personas pueden ser la misma, en el mismo sentido que dos llamas de la misma clase son llamadas iguales; y debes reconocer que en este sentido otro hombre del mismo car�cter y producto del mismo karma es el mismo que t�. - Bien, lo reconozco - dijo el Brahm�n.

El Buda continu� - Y en ese mismo sentido solamente t� eres hoy �l mismo que ayer. Tu naturaleza no est� constituida de la materia en que consiste tu cuerpo, sino por los sankharas, las formas del cuerpo, las sensaciones y del pensamiento. Las personas son una combinaci�n de los sankharas. Lo que sea que ellas sean, as� eres t�. A cualquier lugar que vayan, tu vas. Por lo tanto, reconocer�s en cierto sentido una identidad de ti mismo y en otro sentido, una diferencia. Pero aquel que no reconoce la identidad deber� negar toda identidad y deber� decir que el que pregunta ya no es m�s la misma persona que fue un minuto antes de recibir la respuesta. Ahora considera la continuaci�n de tu personalidad, la que es preservada en tu karma. �La llamas muerte y aniquilaci�n o vida y vida continua?

La llamo vida y vida continua - replic� Kutadanta - porque es la continuaci�n de mi existencia, pero no me interesa esa clase de continuaci�n. Todo lo que me interesa es la continuaci�n del 'yo' en el otro sentido, el cual hace de cada hombre, ya sea id�ntico a m� o no, una persona diferente en su totalidad.

- Muy bien - dijo el Buda - eso es lo que deseas y eso es lo que te ata al 'yo'. Ese es tu error. Todas las cosas compuestas son transitorias: ellas crecen y se deterioran. Todas las cosas compuestas est�n sujetas al dolor: siempre estar�n separadas de eso que aman y al mismo tiempo, siempre unidas a lo que aborrecen. Todas las cosas compuestas carecen de un 'yo', de un atman y de un ego.

- �C�mo es eso? - Pregunt� Kutadanta.

- �D�nde est� tu 'yo'? - Pregunt� el Buda. Y cuando Kutadanta no respondi�, �l continu� - tu 'yo' al que te aferras tanto, est� en constante cambio. Hace muchos a�os eras un peque�o beb�, entonces te convertiste en un muchacho, m�s adelante en un adolescente y ahora eres un hombre. �Hay alguna identidad del beb� en el hombre? Hay una identidad en cierto sentido solamente. Definitivamente hay m�s identidad entre las llamas del primer y el tercer pabilo, incluso aunque la llama hubiera sido extinguida durante el segundo pabilo. Ahora bien, �Cu�l es tu verdadero 'yo', para la preservaci�n por la cual clamas? �l de ayer o �l de hoy o �l del ma�ana.

- Kutadanta estaba aturdido y perplejo. - Se�or del Mundo - dijo - veo mi error, pero todav�a estoy confundido.

El Tathagata continu� - Es por un proceso de evoluci�n que los sankharas surgen. No hay ning�n sankhara que haya surgido y sea, sin ning�n devenir o acontecer gradual. Tus Sankharas son el producto de tus acciones en las existencias anteriores. La combinaci�n de tus sankharas es tu 'yo'. Donde quiera que ellos est�n impresos, en esa direcci�n tu 'yo' migra. En tus sankharas continuar�s viviendo y recoger�s en las futuras existencias lo que has sembrado ahora y en el pasado.

- Oh Se�or, verdaderamente - respondi� Kutadanta - �sta no es una justa retribuci�n. No puedo reconocer la justicia donde otros despu�s que yo recoger�n lo que estoy sembrando ahora.

El Bendito esper� un momento y entonces replic� - �Es que toda la ense�anza ha sido en vano? �No entiendes que esos otros son t� mismo? T� mismo recoger�s lo que sembraste, no otros. Piensa en un hombre que es inculto e indigente y est� sufriendo de las miserias de su condici�n. Cuando ni�o fue holgaz�n e indolente y al crecer no aprendi� ning�n arte u oficio para ganarse la vida. �Dir�as que su miseria no es el producto de sus propias acciones porque el adulto ya no es m�s la misma persona que fue cuando ni�o?

Te digo, que ni en los cielos, ni en el medio del oc�ano, ni escondido en las grietas de las monta�as encontrar�s un lugar donde puedas escapar del fruto de tus acciones diab�licas. Al mismo tiempo, ten la completa seguridad de que has de recibir las bendiciones de tus buenas acciones. Aquel hombre que ha viajado por mucho tiempo y que regresa a casa sano y salvo, le espera la bienvenida de todos sus parientes, amigos y conocidos. As� que el fruto de sus buenos trabajos le ofrece la bienvenida ha quien ha caminado el pasaje de la rectitud cuando pasa m�s all�, de la vida presente a la futura.

Kutadanta dijo - Tengo fe en la gloria y la excelencia de tus doctrinas. Mi ojo todav�a no soporta la luz; pero entiendo ahora que la verdad despunta frente a m�, que no hay 'yo'. Los sacrificios no pueden salvar y las invocaciones son palabras vanas. Pero, �c�mo encontrar� el camino de la vida imperecedera? Conozco todos los Vedas de memoria y no he encontrado la verdad.

El Buda dijo - Aprender es una cosa buena; pero no es productiva. La verdadera sabidur�a solamente puede ser adquirida por la pr�ctica. Practica la verdad de que tu hermano es el mismo que t�. Camina el noble sendero de la rectitud y entender�s que mientras hay muerte en el 'yo', hay inmortalidad en la verdad.

Kutadanta dijo - D�jeme refugiarme en el Bendito, en el Dharma y en la Sangha. Ac�ptame como tu disc�pulo y d�jame participar en la Bienaventuranza de la inmortalidad."

Comprendamos nuestra ignorancia y despertemos a la verdad, a trav�s de la pr�ctica del Camino �ctuplo, para as� poder participar en la Bienaventuranza de la inmortalidad. Por muy dif�cil que parezca, hagamos el esfuerzo para abrir nuestros ojos a la luz, ella no ciega, sino que nos da la visi�n de la perpetuidad e infinitud de la vida eterna.

Como dijo el Gran Maestro Jy Din - La humildad y la paciencia son monedas de oro. Intenten encontrar un Buda en cada hombre y podr�n pagar la cuenta por miles. Y... �Cu�ndo se trate de amar, sean generosos! Esa es la receta.

"OM GATE GATE PARAGATE PARASAMGATE BODHI SVAHA"
"(Vamos, vamos, vamos m�s all�, vamos a la otra orilla, �Iluminaci�n! �Gozo!)"

Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
Mi�rcoles, 29 de enero de 2003